No hay quien pare a Helen Briem. La jugadora alemana, nacida en Stuttgart, ha hecho historia hoy en el Santander Golf Tour LETAS registrando una vuelta de diez golpes bajo par, la más baja en un torneo profesional desde que se inauguró el campo de Naturávila Golf allá por 1999. Historia del golf. 

Hasta hace dos días, el récord del campo en un torneo profesional lo ostentaba el madrileño Gonzalo Fernández-Castaño con seis golpes bajo par. Ayer, en un día que quedará para siempre en la memoria de los abulenses, Marta Muñoz terminó con una tarjeta de 64 golpes para un total de ocho bajo par, rompiendo ese registro por una diferencia de dos golpes. 

Y como si de un thriller se tratara, Helen Briem estableció su mejor marca personal y volvió a destrozar los libros de los récords esta mañana con un total de 62 golpes, una cifra casi imposible de batir y que, sin duda, perdurará durante mucho tiempo en el campo de El Fresnillo.

A diferencia de las jornadas previas, la mañana amanecía soleada y sin un ápice de viento, lo que hacía presagiar algunos buenos resultados en unas condiciones de campo óptimas para las jugadoras. Se palpaba la tensión en el ambiente y el público asistente se preguntaba desde primera hora si alguien sería capaz de mantener el ritmo impuesto por Marta Muñoz en la jornada del jueves. 

En los primeros hoyos de la mañana ya se empezaban a disipar esas dudas y algunos nombres propios como la sueca Kajsa Arwefjall o la inglesa Megan Dennis dejaban claro que habían venido a Ávila en busca de la victoria. La inglesa, que compartía partido con Helen, había embocado un putt largo para eagle en su segundo hoyo del día y cerraba la primera vuelta con un resultado de tres bajo par y -7 al total. 

En el partido de detrás, la sueca salía también por el hoyo diez y gracias a cuatro birdies seguidos entre los hoyos once y catorce firmaba una primera vuelta de cuatro bajo par, líder con -9 y con un golpe de ventaja sobre Marta Muñoz, que salía en el turno de tarde. Finalmente, terminarían ambas con una ronda de 66 golpes, once bajo par al total para la sueca y diez bajo par para la inglesa.

Por su parte, Helen Briem arrancó la primera vuelta con un birdie y un bogey en sus dos primeros hoyos, pero lejos de amedrentarse firmaría tres birdies más en los nueve primeros hoyos para un total de 32 golpes y -5 al total, acercándose peligrosamente a la cabeza. Sin embargo, el show de la alemana no había hecho más que empezar. 

La alemana puso la directa al comienzo de la segunda vuelta con otro birdie en el hoyo uno (arrancó la jornada en el hoyo diez) y a partir de ese instante no dejó de regalarnos momentos que quedarán para siempre en la retina de los amantes del deporte. Tras fallar un putt corto en el hoyo dos para birdie, hizo seis birdies seguidos del hoyo tres al ocho y solo falló el putt en su último hoyo del día por escasos centímetros.

Briem le regaló al público un auténtico recital en todos los aspectos del juego. Desde el tee de salida, la alemana pegaba golpes con el drive de hasta doscientos ochenta metros y no fallaba ninguna calle. Con los hierros cortos, se dejaba oportunidades de birdie en casi todos los hoyos, mientras que con el putt embocaba todo lo que se proponía, sin importar la distancia.

Al final de la jornada, se mostraba exultante: «Diez abajo es absolutamente increíble, nunca había conseguido un resultado así. Había hecho ocho abajo un par de veces, pero esto es otra dimensión». Preguntada acerca de la presión que podía sentir por poder ganar su tercer torneo consecutivo y por su estrategia, la alemana comentaba: «No sentí presión la semana pasada, así que no creo que la sienta mañana. Iré a buscar la victoria y a por la tercera seguida. Solo hay una estrategia para conseguirlo: ganar».

En cuanto a las españolas, serán seis las que representen al combinado en la última jornada del sábado. Las más destacadas del día fueron María Parra y Elena Hualde, con cinco y siete bajo par al total respectivamente. Además de ellas, Elisa Orduna, Elena Melich, María Herráez y Marta Muñoz también pasaron el corte. 

La abulense entregó una tarjeta de 74 golpes y no pudo sostener el ritmo mostrado en la primera jornada, pero se mantiene aún con viva con seis bajo par y apurará sus opciones hasta el último momento. A la salida del green del 9, indicaba que «empezar con un doble bogey no ha sido el mejor de los comienzos. He fallado también algunas oportunidades de birdie en la segunda vuelta y a partir de ahí se ha hecho todo un poco más cuesta arriba». 

Preguntada sobre la presión que suponía partir como líder en esta segunda jornada, Marta comentó: «Evidentemente es difícil de manejar. Había tantas personas conmigo apoyándome que quería hacer un buen papel, pero al fin y al cabo estoy contenta porque el golf es así y he podido disfrutar con mi gente».